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«Coronis» del briocense Sebastián Durón en el Teatro Real

10.Jun.Sáb

Por Jesús Villa-Rojo. Compositor

 

El Teatro Real de Madrid, en colaboración con varios teatros franceses, ha estrenado el pasado 10 de junio del presente año, una versión de concierto, de Sebastián Durón: CORONIS, una zarzuela-ópera que desde esta titulación se encuentran controvertidos pretextos por la imprecisión formal que menciona el formato, cuando al mencionar zarzuela en dos actos, siempre cantada, entenderíamos “ópera”, nunca zarzuela.

Programada después de más de tres siglos de existencia. Edición de la partitura a cargo Lucas Peres – Le Poème Harmonique. Sebastián Durón nació en Brihuega (1660-1716), el mismo lugar de nacimiento de Bernardo de Brihuega (S. XIII), Bernaldino de Brihuega (S. XV), Diego Durón (S.XVII-XVIII) y el autor de este escrito Jesús Villa-Rojo, compositor contemporáneo; fue organista de la Capilla Real de Carlos II (nombrado en 1691) y director de la Capilla Real de Felipe V (desde 1701, hasta su destierro en 1706), superada momentáneamente algunas veces, su relación amor-odio con el Monarca Borbón, había ejercido también como Director del Colegio de Cantorcicos, siendo Felipe V quien cuidara personalmente la joya bibliográfica de “La Guerra de los gigantes” para tenerla en su biblioteca privada, conservada primorosamente en la Biblioteca Nacional de España en la actualidad.

Su olvido, al lado de tantas circunstancias surgidas a lo largo de su dilatada vida, entre lo que marcó de forma muy especial las relaciones austrias-borbones, que siempre mostró esenciales en su vida y que decidió su posición profesional cuando fuera nombrado para la Real Capilla de Música de Carlos II, le mantuvo en la Corte después Felipe V, hasta el destierro de este, en 1706 y hasta el fin de sus días en el balneario de Cambó les Bains, donde más tarde fallecerían Albéniz y Ravel.

La etapa de mayores problemas, de Sebastián Durón, surgieron por el destierro decretado de Felipe V en 1706, aunque se mantienen interrogantes en sus relaciones con Mariana de Neoburgo, que fuera realmente su principal protectora, también tenemos datos de alguno de los momentos en que no respetó la prohibición del destierro, porque estuvo en Brihuega en 1714 para firmar los contratos de construcción de su Capilla dedicada a la Virgen de la Zarza en la Iglesia de San Juan (1715-1717) en la villa alcarreña.

En realidad nuestro personaje, las dimensiones de su actividad se extenderían también a la interpretación, como virtuoso organista, ya que su compromiso teórico y filosófico le llevó a redactar y revisar infinidad de textos donde la intelectualidad superaba los más altos valores, detallando todas las responsabilidades artísticas, encontró momentos de dificultares comprensivas en la musicología actual, que aprecia matices subjetivos debido a colaboraciones ajenas sin credibilidad actual, aunque fueran posibles colaboradores que trabajaran a su servicio, recibiendo consejos directos del mismo Sebastián Durón.

La presentación escuchada ahora en el Teatro Real de Madrid, como producción con el Teatro de Caen, en coproduc-ción con la Ópera-Cómica de París, la Ópera de Lille, la Ópera de Rouen y la Ópera de Limoges, en versión de concierto, con la dirección musical de Vincent Dumestre; “considerando las acciones cruzadas y pobladas de personajes pertenecientes a distintas estirpes -la Ninfa Coronis, el monstruo Tritón, los dioses Neptuno y Apolo y los “graciosos” Menandro y Sirene-“, han permitido a los excelentes intérpretes seleccionados por el director musical, Vincent Dumestre, dedicando tiempo y estudio al complejo entramado musical de Sebastián Durón, conducir la trama y lo que posee la temática pastoril, “combinando episodios trágicos y burlescos, exhibiendo una estimulante variedad de registros estilísticos en forma de fastuosos coros, intensos lamentos, animados conjuntos y tonadas tipicas del teatro autóctono que convierten la obra en una de las más sorprendentes y celebradas de todo el Barroco español”, sin omitir alusiones cortesanas, a lo vivido entre 1704 y 1707, durante La Guerra de Sucesión entre los Habsburgo y los Borbones por el trono español. Vincent Dumestre, ha contado con el siguiente equipo artistico: Ana Quintans (en Coronis), Isabelle Druet (en Tritón), Victoire Bunel (en Sirene), Anthéa Pichanik (en Meandre), Marielou Jacquardt (en Apolo), Caroline Meng (en Neptuno), Cyril Auvity (en Proteo), Brenda Poupard (en Iris), Olivier Fichet (en Marta), y su conjunto instrumental: LE POÈME HARMONIQUE, que junto con el Teatro Real, merecieron nuestra sincera felicitación.

Aunque hubiera sido deseable después de tantos años en el olvido, que esta presentación fuera la versión original completa, para conocer el mundo teatral y escenográfico de nuestro compositor, debemos entender que lo llevado a cabo por los artistas franceses, ha creado mundos infrecuentes en este tipo de representaciones, ya que su trabajo no ha consistido en prudentes interpretaciones, sino en verdaderas creaciones imaginativas. Su labor ha realizado todo el material escrito escrupulosamente, ampliándose a los gestos igualmente (¿Por qué no teatrales?), de sus correspondientes papeles, que también abren posibilidades de teatralidad excepcionales.

La versión internacional, llevada a cabo el 10 de junio en Madrid, se ha convertido en una reivindicación en el tiempo, aclamada y aplaudida ahora por los numerosos ciudadanos llegados del mismo lugar de nacimiento de Sebastián Durón, Brihuega, acompañados por su alcalde, Luis Viejo y su concejal de cultura, Teresa Valdehita, ha colmado de felicidad y satisfacción las sensibilidades artísticas recibidas en la capital de España.

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